Era una tarde preciosa.
En el pasto una manta grande y suavecita.
Habían llegado hasta allí en bicicleta, pedaleando durante
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 minutos exactos desde su casa.
Llevaron canastas con frutas, cosas para hacer sandwiches, agua, jugo, galletas y todas esas cosas que se llevan a un picnic.
Jugaron, cantaron, bailaron... la pasaron muy muy muy muy pero requete muy bien. Cuando ya casi no quedaba sol, recogieron todo, se montaron en sus bicis y pedalearon 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 minutos hasta su casa.
Al llegar, pusieron todo en su lugar para luego irse a bañar y prepararse para dormir... pero... no pudieron poner todo en su lugar, porque no tenían todo, faltaba la pelota!
El niño se puso a llorar con mucha pena, su papá, su mamá y su hermano lo abrazaron y le dijeron que en la mañana podrían ir a buscar por todo el lugar del picnic por si aun estaba por allí, y que si no la encontraban podían pensar que quien la encontró la estaría disfrutando y cuidando mucho.
El niño se durmió muy triste.
A la mañana siguiente, pedalearon tan rápido que llegaron en 1 2 3 4 5 6 7 8 minutos!
(dos minutos menos que 10)
Buscaron por todas partes y no estaba. De regreso a la casa vieron un papelito colgado de un árbol, decía :
¿perdiste tu pelota?
Yo la encontré
comunícate a este número para devolvértela.
Llamaron inmediatamente al número, contestó un niño.
- Hey que bueno que llamas, tengo tu pelota hace 4 días.
Ya estaba pensando que no llamarías
- 4 días? Perdí mi pelota ayer
- ayer? Es roja?
- no, es verde
- oh, lo siento, entonces la pelota que tengo es de otra persona
- sí entiendo
Y cuando estaba a punto de colgar, muy muy triste...
- oye, te propongo algo, llevo 4 días esperando para devolver esta pelota y nadie la ha reclamado, excepto tú, pero tú no eres el dueño. Si pasan 10 días, o sea dentro de 6 días más, y no aparece un dueño, te la regalaré.
Cerraron el trato.
Pasaron los días y el niño fue a entregarle la pelota pues nadie más lo llamó.
Allí se conocieron y se dieron cuenta que eran vecinos y que podían jugar juntos. Así que esa tarde la pasaron muy bien jugando con la pelota encontrada que no era la perdida... o sea se le perdió alguien, a lo mejor ese alguien encontró la otra y por eso no ha reclamado la suya, no sabemos...
Fin
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